Venezuela sería expulsada del Mundial 2026 por la FIFA
Óscar Villegas, director técnico de Bolivia, aseguró que habían cumplido con toda la documentación y permisos, pero aun así las autoridades venezolanas impidieron el despegue, alegando fallas técnicas en escáneres, tráfico aéreo e incluso cambios en las razones del bloqueo El jefe de seguridad boliviano calificó la maniobra como “sabotaje”, resaltando que solo había dos aeronaves en la pista, contradiciendo el argumento oficial de tráfico aéreo
La reacción parlamentaria y deportiva en Bolivia fue inmediata: se elevaron quejas a nivel internacional, solicitando explicaciones y medidas urgentes ante lo que consideran “una maniobra deliberada” por parte del gobierno de Nicolás Maduro para perjudicar su rendimiento y descanso previo al siguiente duelo
Este incidente no es aislado. Según medios bolivianos, este tipo de trabas a delegaciones extranjeras ha sido recurrente en encuentros de la Vinotinto. El evidente malestar en la comunidad deportiva y política boliviana ha generado presión para que su federación formalice denuncias ante Conmebol y FIFA, exigiendo una investigación exhaustiva.
Desde el punto de vista deportivo, la FIFA no solo ve con recelo las decisiones en el terreno de juego. Las regulaciones internacionales son claras: la libertad de movimiento y el trato digno a las delegaciones visitantes son normas fundamentales en torneos oficiales. Cualquier violación a estas disposiciones puede implicar desde multas hasta sanciones deportivas extremas, incluida la posible expulsión de una competición.
La expulsión de un país sede o participante de un Mundial es excepcional, pero no imposible. En situaciones anteriores, la FIFA ha aplicado sanciones a selecciones por interferencia estatal en la federación, manipulación gubernamental u otros impedimentos graves al terreno de juego o la logística.
Si Bolivia presenta pruebas contundentes como declaraciones oficiales, informes de retención y comunicaciones entre federaciones y la FIFA determina que existió interferencia premeditada del Estado venezolano, la sanción podría escalar. En el peor escenario, esto podría suponer la descalificación de la Vinotinto de la Copa del Mundo 2026, incluso si logran clasificar, y una reubicación en la tabla clasificatoria sudamericana.
Para el fútbol venezolano, de por sí históricamente marginado y aún inédito en Mundiales, sería un golpe devastador. Deportivamente, el equipo dirigido por Fernando Batista ha mostrado un crecimiento notable, consolidándose como un serio aspirante al repechaje Una eventual expulsión empañaría los avances de una generación que se ilusiona con su primer gran torneo.
Bolivia ya activó canales diplomáticos y deportivos para reclamar intervención rápida de Conmebol y FIFA. Las federaciones involucradas deberán presentar evidencias y apelar a los reglamentos internacionales de la FIFA que obligan “a los estados a garantizar la libre circulación y garantías a delegaciones de otras federaciones en territorio nacional”.