Presidente de la FIFA propone la derrota automática por actos racistas


La histórica protesta de Mike Maignan tuvo efecto. El francés, que abandonó el Udinese-Milan por los insultos racistas que estaba recibiendo desde la Curva, publicó un mensaje muy claro en sus redes: “El sistema debe asumir su responsabilidad: los espectadores que vieron y se callaron, son cómplices; el Udinese, que solo habló de interrupción del partido, es cómplice. Y si las autoridades no hacen nada, serán cómplices también”.

La fiscalía de Udine ya está trabajando sobre los hechos y, al parecer, los culpables formaban un grupo que no llegaba a las cinco personas. Las reacciones a lo ocurrido fueron durísimas, y las palabras más importantes las pronunció Gianni Infantino, presidente de la FIFA.